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PERCEPCIÓN, EXPRESIÓN Y COMUNICACIÓN

Con frecuencia olvidamos disociar lo real de lo visual. La realidad es externa al hombre y no nos es del todo ajena, gracias a los sentidos. Son estos quienes nos dan una experiencia y representación de esa realidad. Pero esa representación mental y perceptiva, no es la realidad.

Pero aún más. La cultura audiovisual en que vivimos, desprecia la mayoría de nuestros sentidos o vías de contacto con esa realidad externa al hombre, y da supremacía absoluta al lenguaje visual. De ahí esa sobre explotación intencionada por asimilar visual = real.

Berger comienza el texto facilitado por la profesora, explicando esta cuestión tan esencial. Pero hace otras muchas apreciaciones no menos interesantes. Entre otras podemos destacar las siguientes:

1 - El arte no es algo exclusivo para expertos. Este encierra una capacidad comunicativa basada en la intuición que permite expandir su mensaje de forma natural. Sin embargo muchas obras permanecen ajenas al público general.

2 - Este ocultismo en torno al arte, es algo interesado que manejan las élites sociales e intelectuales como un lastre del pasado. El interés final es el aborregamiento y capacidad de manipulación de la masa social. Una población sensibilizada, cultivada y con sentido crítico sería amenazadora para la clase dirigente, antes y ahora. El mundo publicitario, es una muestra actual de esa manipulación audiovisual para condicionar nuestra conducta como consumidores.

3 - Remarca el hito que supuso la aparición de la cámara. El papel de la representación gráfica anterior a este hecho, era dotar de eternidad a lo perecedero. Guardar una imagen añorada para su conservación. Pero la cámara permitía la copia en infinitas unidades de la obra original, la captación de la realidad desde multitud de ángulos e incluso la incorporación de la dimensión temporal.

4 - Este hecho ha ocasionado que la obra original pierda valor por su mensaje y valor artístico. Por contra ha aumentado de forma desorbitada, en muchos casos, su valor de mercado por su condición de original, en el sentido de "único". Esto se debe al valor místico con que revestimos las obras de arte, cuyo origen es el analfabetismo y el mero interés crematístico. Pero ese trasfondo místico interesado tiene una base real, que aprovechan las élites intelectuales, como es la búsqueda de Dios y de las grandes cuestiones que encierra el ser humano, inclusive las clases sociales más bajas. La obra de arte, por poseer ese carácter atemporal, entra en contacto con esa dimensión de lo sobrenatural e incluso de lo mágico.

5 - La aparición de la cámara, de la cultura audiovisual, con base en las nuevas tecnologías, permite hoy y más aun, permitirá en el futuro, la democratización del arte y la cultura.

6 - Por último, invita al público general a acercarse al mundo del arte, a consumirlo sin prejuicios, actualizar las obras antiguas mirándolas desde el prisma actual para ver que nos transmiten de su época original. El arte dejará así de ser un lujo elitista para ser parte del imaginario colectivo.